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Mercado cubierto de Róterdam
Si el objetivo de un viaje es captar la esencia más verdadera y auténtica de una ciudad, entonces solo hay un lugar que debes alcanzar, atravesar y explorar: su mercado.
Desde París a Barcelona, pasando por Valencia y Copenhague, cada gran ciudad tiene su mercado cubierto, un lugar que es un cruce de encuentros y costumbres, de atmósferas únicas y tradiciones. Un sitio donde puedes comprar productos característicos y deleitar el paladar con propuestas locales.
Y si es cierto que visitar estos lugares nos permite, de alguna manera, entrar en el corazón palpitante de las ciudades, también es cierto que hay uno, en Europa, que hace mucho más, que ofrece una experiencia sensorial y asombrosa. Que es un homenaje a la belleza, a la tierra y sus frutos. Porque no se trata de un simple mercado, sino de la obra visual más grande del mundo. Bienvenidos al Markthal de Róterdam.
Dentro del Markthal de Róterdam
Corría el año 2014 cuando la noticia de la apertura del Markthal de Róterdam se difundió por todo el mundo. Lo que entusiasmó a los ciudadanos y curiosió a los viajeros no solo fue la posibilidad de añadir un lugar para comer y hacer compras en su ruta urbana, sino sobre todo la oportunidad de atravesar una estructura que había hecho del arte y de la cocina una combinación ganadora y extraordinaria.
En el Markthal, hoy lo sabemos, puedes comer, degustar y hacer compras bajo un arco de maravillas realizado con sapiencia y genial creatividad por los artistas Arno Coenen e Iris Roskam. El nombre de la obra de arte es cornucopia, un cuerno de la abundancia de nombre y de hecho.
Basta con mirar las imágenes capturadas por ciudadanos y viajeros que han atravesado este lugar para comprender que lo que tenemos ante nosotros es la obra artística visual más espectacular del mundo entero. La cornucopia, que contrasta con las paredes grises externas, se concreta en un mural vibrante y colorido que es un derroche de colores y belleza, y es un homenaje al arte y a la cocina.
El Markthal de Róterdam es un mercado y también una obra de arte, un único en su género. Las personas aquí se encuentran y se detienen a hablar, hacen compras o prueban las delicias de la cocina local en un marco extraordinariamente fascinante y sorprendente desde cualquier punto de vista.
La cornucopia de la abundancia
Se llama Horn of Plenty la obra de arte realizada por Arno Coenen e Iris Roskam que fluye sobre las paredes de todo el mercado cubierto de Róterdam. Una cornucopia de la abundancia que se extiende por más de 11.000 metros cuadrados y que ha transformado este lugar en una obra de arte inmersiva y sensorial. Para su realización se utilizaron 4.000 paneles de aluminio que se colocaron a lo largo del arco como piezas de un mosaico digital.
El grandísimo mural, que rinde homenaje a la comida y a la abundancia, representa los productos sanos y genuinos de la tierra, los mismos que se pueden comprar entre los puestos del mercado. Hay frutas y verduras, naranjas, hileras de trigo y peces gigantes. Hay un homenaje extraordinario al cosmos y sus frutos, a la naturaleza y a todos los seres vivos que la habitan.
Por tamaño y majestuosidad, el enorme mural parece evocar los extraordinarios frescos que ornamentan las bóvedas de las iglesias renacentistas. No es casualidad, de hecho, que desde su inauguración Horn of Plenty haya ganado el apodo de Capilla Sixtina de Róterdam.
No hay divinidades, nubes o querubines, pero hay los frutos de la tierra y todas las otras criaturas que la habitan y que llenan de maravilla este lugar para vivir y atravesar.